
Modernización eléctrica en viviendas: cómo adaptar tu instalación para el presente y futuro
Te contamos por qué es esencial modernizar tu instalación, cómo hacerlo correctamente y qué normativa debes cumplir para estar al día y e...
El interruptor diferencial es un componente esencial en cualquier instalación eléctrica de baja tensión. Su función principal es proteger a las personas frente a contactos indirectos, detectando fugas de corriente hacia tierra y desconectando automáticamente el suministro eléctrico cuando estas fugas superan un umbral determinado.
En este artículo te explicamos qué es, cómo funciona, qué tipos existen y cómo seleccionarlo correctamente según el Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión (REBT).
Un interruptor diferencial es un dispositivo de protección que compara la corriente que entra y la que sale de un circuito. En condiciones normales, la corriente que circula por el conductor de fase es igual a la que retorna por el neutro. Si hay una diferencia entre ambas, significa que parte de esa corriente está escapando por otro camino, generalmente hacia tierra, lo que puede representar un peligro para las personas.
Cuando esta corriente de fuga supera un valor preestablecido (por ejemplo, 30 miliamperios, o mA), el interruptor actúa desconectando el circuito de forma automática, protegiendo así a los usuarios frente a descargas eléctricas y posibles incendios.
El corazón del interruptor diferencial es un transformador toroidal por el que pasan tanto el conductor de fase como el neutro. Mientras la corriente que entra y la que sale del circuito estén equilibradas, el campo magnético inducido en el toroide es nulo.
Pero si se produce una fuga de corriente (por ejemplo, a través del cuerpo de una persona o hacia una estructura metálica conectada a tierra), ese equilibrio se rompe. El desequilibrio genera un campo magnético que induce una corriente en la bobina de disparo del diferencial, lo que acciona el mecanismo de apertura.
Este sistema, generalmente electromecánico, actúa incluso en ausencia de tensión, lo que lo hace especialmente fiable para la protección de personas.
Según el tipo de corriente de fuga que pueden detectar, los interruptores diferenciales se clasifican en:
Tipo AC: Detectan corrientes de fuga alterna sinusoidal. Son los más básicos y económicos, pero no adecuados para equipos con componentes electrónicos.
Tipo A: Detectan tanto corriente alterna como corriente continua pulsante. Recomendados para instalaciones domésticas modernas con electrodomésticos, placas de inducción, etc.
Tipo F: Adecuados para cargas con variadores de frecuencia monofásicos, como bombas de calor o aire acondicionado. Soportan mejor las interferencias.
Tipo B: Detectan todo tipo de fugas (alterna, pulsante y continua pura). Son obligatorios en instalaciones con cargadores de vehículos eléctricos, instalaciones fotovoltaicas o maquinaria industrial.
La elección del tipo correcto es clave para evitar disparos intempestivos y asegurar una protección efectiva.
La correcta selección del interruptor diferencial está regulada por el REBT, principalmente en las Instrucciones Técnicas Complementarias ITC-BT-24 y ITC-BT-25, que establecen los requisitos de protección frente a contactos indirectos.
La sensibilidad define la intensidad mínima de corriente de fuga que hace disparar al dispositivo. El REBT contempla distintas sensibilidades:
≤ 30 mA (alta sensibilidad): Obligatoria en viviendas, locales de pública concurrencia, baños, cocinas y puntos de uso directo. Proporciona protección a personas.
≤ 300 mA o 500 mA: Se utilizan en cuadros generales o industriales como protección contra incendios, no contra contactos indirectos.
≤ 10 mA: Usados en entornos de alta sensibilidad como quirófanos, zonas infantiles o áreas húmedas específicas.
El REBT recomienda instalar varios diferenciales en instalaciones con más de un circuito, para repartir cargas y mejorar la continuidad del servicio:
Ejemplo típico en vivienda:
1 diferencial para iluminación
1 diferencial para enchufes generales
1 diferencial para cocina y horno
1 diferencial exclusivo para lavadora y lavavajillas
Esto facilita la localización de averías y evita que una pequeña fuga desconecte toda la vivienda.
El REBT no impone directamente el tipo (AC, A, B...), pero exige que sea adecuado para los equipos conectados. Según la recomendación técnica:
Tipo AC: Solo para cargas resistivas simples (radiadores, hornos).
Tipo A: Recomendado en la mayoría de viviendas actuales.
Tipo B: Obligatorio con inversores, cargadores de coche eléctrico o sistemas fotovoltaicos.
Tipo F: Recomendado para cargas con variadores monofásicos.
En sistemas TT, los diferenciales son imprescindibles para la protección frente a contactos indirectos.
En sistemas TN-S o TN-C-S, pueden coexistir con otras protecciones como los magnetotérmicos, pero sigue siendo recomendable el uso de diferenciales para reforzar la seguridad.
Locales húmedos/mojados: Obligatorio el uso de diferenciales de 30 mA.
Alumbrado exterior: Protección diferencial si hay riesgo de contacto directo o accesible.
Centros educativos, hospitales y locales públicos: Alta segmentación de circuitos y sensibilidades ajustadas al uso.
Instalación | Tipo recomendado | Sensibilidad | Notas técnicas |
---|---|---|---|
Vivienda general | Tipo A | 30 mA | Múltiples diferenciales recomendados |
Cocina/baño | Tipo A o superinmunizado | 30 mA | Ambientes húmedos o con picos transitorios |
Oficina o comercio con equipos TIC | Tipo A o F | 30 mA | Para cargas electrónicas sensibles |
Cuadro general industrial | Tipo A o B | 300 mA | Protección contra incendios |
Instalación con cargador VE | Tipo B | 30 mA | Según ITC-BT-52 |
Sistema fotovoltaico | Tipo B | 30 mA | Por posibles fugas en corriente continua |